La hermosa finca rústica en Porreres tiene 342 m2 de superficie construida y casi 7.500 m2 de parcela. Rodeada de impresionantes muros de piedra, esta finca de estilo mallorquín se encuentra a sólo 30 minutos en coche del aeropuerto. La casa fue construida originalmente en el siglo XIX y reformada totalmente en 1996 por los actuales propietarios, manteniendo con mucho cuidado las características de una finca mallorquina, la carpintería artesanal de madera maciza y las baldosas de terracota hechas a mano. Al mismo tiempo cuenta con todas las comodidades de calefacción por suelo radiante, chimenea, bodega, zona de barbacoa, lavandería, aparcamiento cubierto para tres vehículos y una preciosa piscina con una pequeña cascada. La encantadora zona exterior disfruta de árboles frutales, césped, un típico jardín mallorquín y plantas mediterráneas que rodean la finca. Las instalaciones adicionales incluyen una sala de lavandería, una zona de barbacoa cubierta y una cochera para 3 coches. Cerca de la casa principal hay un edificio adicional de unos 40 m² que ofrece muchas posibilidades.
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